María

Cuernavaca

“Soy consultora de imagen y tengo una marca de joyería artesanal. No soy ni de aquí ni de allá, he vivido en 6 ciudades muy diferentes cada una y estos cambios intermitentes me han hecho la persona inquietísima que soy hoy.
La cuarentena comenzó como un torbellino lleno de preocupaciones y ansiedad, en mi cabeza comenzó como un monstruo que no me dejaba dormir, como si el mismísimo coco estuviera debajo de mi cama, pero esta vez es real y una preocupación enorme me envolvía no solo por los proyectos que anhelaba tanto sacar, sino por darme cuenta que estaba pensando desde el privilegio y que habían miles de familias allá afuera pensando en qué hacer para poder mantenerse de pie.


Después de vivir de prisa cada día con una lista interminable de cosas por hacer y que en esta lista no entraba por ningún lado mi propio ser, puedo decir que nunca me había encontrado tanto conmigo, esa búsqueda implacable de encontrar de nuevo mis sueños y mi paz, se volvió muy corta.

Retomé la pintura, el ejercicio, la meditación y la cocina, pero lo más importante: pude estar cerca de los que más quiero. Estos días de cuarentena me han hecho ver lo afortunada que soy, la vitalidad que tengo y la explosión de creatividad que puede salir con un poco de tranquilidad y a la vez, de incertidumbre.

@mariferverar

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